A pocos meses de que el salario mínimo alcance los 500 mil pesos el 1 de julio -meta autoimpuesta por el Gobierno del Presidente Boric-, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) quiere seguir avanzando hasta llegar a 630 mil pesos a fines de este mandato.
La idea de la multisindical es retomar el incremento de este ingreso a partir de abril de 2025, algo que sus representantes buscan abordar mañana miércoles, cuando sostendrán una reunión con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara.
En la previa, el presidente de la CUT, David Acuña, reconoció que «para nosotros es importante haber llegado a la meta de 500 mil pesos, y eso lo construimos con participación y con diálogo social, y el movimiento social estuvo presente en todos los espacios de discusión».
«Creemos que si bien hemos avanzado a una meta, aún nos falta mucho. Hoy las familias en Chile no alcanzan a vivir con un salario de 460 mil pesos (sueldo actual), y por eso es que estamos planteando esta discusión», subrayó el dirigente.
Conocida esta idea, el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, relevó en Cooperativa que «el cumplimiento del compromiso del Presidente tiene que ver con que el equipo económico y el equipo laboral han hecho un esfuerzo para alcanzar este monto» de 500 mil pesos.
«Ahora claro, sin lugar a dudas se puede estudiar en otro momento, porque todavía queda un tiempo del Gobierno y eso es parte del diálogo y las conversaciones que se van a tener con los distintos actores sociales. Pero quiero insistir que esta solicitud legítima que hace la CUT no puede opacar el avance significativo que se ha realizado bajo este Gobierno en materia de salario mínimo», manifestó la autoridad.
¿QUÉ EFECTOS TENDRÍA ESTA ALZA?
Para el economista Óscar Guevara, de la Facultad de Economía y Negocios de la U. Finis Terrae, «es una propuesta que debe analizarse con sumo cuidado, por las implicaciones que este aumento tendría al menos en tres dimensiones».
«La primera es el efecto que podría causar en las micro, pequeñas y medianas empresas, cuyos costos laborales se verían incrementados extraordinariamente; lo segundo sería el efecto en el desempleo, y predominantemente del desempleo menos calificado», advirtió.
Finalmente, el académico ve un «tercer efecto en la inflación: con el aumento del salario mínimo, generalmente los empresarios comienzan a trasladar este mayor costo a los precios de los productos, y por lo tanto, se genera un efecto inflacionario».