La Fiscalía francesa pidió cadena perpetua para Nicolás Zepeda en el juicio en apelación por la muerte de su exnovia, la japonesa Narumi Kurosaki, un suceso por el que ya fue condenado en primera instancia a una pena de 28 años de cárcel.
Según argumentó este miércoles Étienne Manteaux, fiscal de Besançon, todas las pruebas de la investigación apuntan a Zepeda, pese a que este ha mantenido de manera sistemática su inocencia, y por ello la acusación pública reclama la máxima pena posible, al igual que ya hiciera durante el proceso judicial anterior.
«Regularmente vemos mentirosos de todo tipo, tanto inteligentes como patéticos. La confesión habría ayudado a la familia a avanzar en su proceso de duelo», lamentó Manteaux durante la vista que se celebra en la localidad de Vesoul, según recogió la cadena pública regional France 3.
Zepeda, de 32 años, fue condenado en abril pasado ante las numerosas pruebas y testigos que apuntaban en su contra, aunque jamás se encontró el cadáver de su exnovia y él siempre se declaró inocente.
Kurosaki, de 21 años, desapareció en 2016 después de que Zepeda viajara a Francia para intentar, según él, recuperar una relación que mantuvieron cuando él estuvo estudiando en Japón, aunque ella tenía un nuevo novio francés.
Según la investigación, Zepeda cenó con Kurosaki la noche en la que se perdió el rastro de la chica y ambos fueron grabados por una cámara entrando en la residencia de estudiantes donde vivía la japonesa, de donde unas horas después se vio salir solo al chileno.
TEORÍAS SOBRE EL CUERPO
Según publicó La Tercera, en esta jornada, la abogada de la familia, Sylvie Galley, planteó que «no hay absolutamente ninguna posibilidad de que el cuerpo» sea descubierto, levantando ideas sobre qué pasó con el cuerpo de la joven. «¿Depositó su cuerpo en el bosque? ¿Lo sacó de la maleta? ¿Escondido bajo un montón de leña y quemado? Él tenía los medios».
«Siempre me pregunté si, cuando puso el cuerpo de Narumi en esa maleta, estaba realmente seguro de que ella estaba realmente muerta», añadió.
El fiscal planteó dos teorías sobre lo ocurrido con el cuerpo de la joven japonesa. La primera es la misma del juicio anterior, que Zepeda arrojó los restos al río Doubs, que desemboca en Suiza y que pasa por Besanzón.
«Un cuerpo sumergido se hunde primero, después de varios días sale a flote y luego se hunde de nuevo definitivamente. Pero también se puede mantener en el fondo del agua mediante ramas. Es más, los investigadores no comenzaron a buscar hasta el 29 de diciembre y el cuerpo de Narumi podría haber estado a decenas de kilómetros de distancia. Cada año en Francia, la mayoría de las veces tras un suicidio, un centenar de personas desaparecen sin que sus cuerpos sean encontrados», precisó.
La segunda hipótesis es que el joven llevó el cuerpo de Kurosaki hasta un bosque en Dole y le prendió fuego usando un líquido inflamable, opción que es compatible con las pruebas encontradas en el vehículo.
«No puedo ser categórico, solo Nicolás Zepeda sabe la respuesta a esta pregunta», lamentó el persecutor.