A través de Mesa Intersectorial Regional Inclusiva liderada por la SEREMI de Salud
Una Guía con orientaciones técnicas sobre el uso correcto del lenguaje inclusivo para personas con discapacidad está difundiendo la SEREMI de Salud del Biobío, como resultado de un trabajo desarrollado por la Mesa Intersectorial Regional Inclusiva.
Dicha instancia la conforman, además de la Autoridad Sanitaria, la SEREMI de Educación, SENADIS, SS Concepción, SS Talcahuano, SS Biobío, SS Arauco, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Universidad de Concepción, Universidad San Sebastián, Universidad Andrés Bello, Universidad del Biobío, Instituto Profesional Virginio Gómez, Oficinas de la discapacidad de diferentes comunas del Biobío y Agrupaciones de personas con discapacidad de la región.
Lenguaje inclusivo se refiere al uso de términos y expresiones que respetan, reconocen la diversidad y dignidad de todas las personas, con énfasis en aquellas con discapacidad, bajo principios de respeto, trato digno, derechos humanos y no discriminación.
“Junto a la Mesa Intersectorial Regional Inclusiva, estamos difundiendo una guía con orientaciones para el uso correcto del lenguaje inclusivo para personas con discapacidad, para su uso en las vocerías de las instituciones públicas, en los Medios de Comunicación y en otros espacios con alto impacto social y comunitario, a objeto de que dicho lenguaje actúe como modelo ante la ciudadanía y facilite la adopción de terminología adecuada en esta materia. El uso correcto de este lenguaje es esencial para promover el respeto, dignidad e inclusión de las personas con discapacidad”, declaró el Seremi de Salud del Biobío, Dr. Eduardo Barra Jofré.
Entre las recomendaciones entregadas por la Mesa que preside la Autoridad Sanitaria destacan el erradicar expresiones como “discapacitado”, debido a que dicha condición no es parte de la definición de una persona como ser humano, sino el resultado de la interacción con una condición de salud y las dificultades que presenta el entorno; “enfermo”, ya que la discapacidad no es una patología, pues puede desaparecer si eliminamos dichas barreras; “personas con capacidades diferentes, especiales o con necesidades especiales”, ya que desde el principio de igualdad todos y todas tenemos las mismas capacidades potenciales, reales y/o en desarrollo; “incapaz”, ya que las personas con discapacidad son capaces de trabajar, estudiar, ejercer su ciudadanía y tomar decisiones; o la palabra “impedido”, en razón a que el impedimento no está en la discapacidad, sino en las barreras sociales, arquitectónicas o actitudinales que como sociedad presentamos.
Adicionalmente se aconseja desterrar el concepto de “normalidad v/s anormalidad”, debido a que no se pueden definir dichos términos sin discriminar un modo de vivir, trabajar o estudiar; así como eufemismos y diminutivos para retratar a una persona con discapacidad, ya que traen consigo un mensaje subliminal de infancia permanente y no de acceso a la responsabilidad ciudadana.