Bacuplast busca ser el epicentro del reciclaje en Chile y el llamado es a que las
empresas traigan sus residuos, para que ellos les den una nueva vida.
Un estudio de la Asociación de Industriales del Plástico (Asipla), muestra que mientras en
2018 se importaron a Chile más de 7.700 toneladas de resinas plásticas recicladas (81% de
ellas PET reciclado, o RPET), en 2019 esta cifra se redujo a 1.558 toneladas (93% RPET).
La explicación de esta baja, señala el informe, “se debió a un impulso realizado por la
industria para cubrir la demanda de estas resinas con material reciclado a nivel nacional, en
función de los avances de la Ley REP”.
Un trabajo que viene realizando los últimos años la empresa Bacuplast, que reutiliza
toneladas de plástico, creando nuevos productos y dándole vida eterna a toneladas de
desechos, que son retirados de los más diversos rubros.
“Hoy, Bacuplast busca ser el epicentro del reciclaje en Chile y el llamado es a que las
empresas traigan sus residuos, para que nosotros le demos una nueva vida. Podemos
hacernos casos de los desechos de las grandes empresas. Hoy, hay muchos tipos de plástico
en el país y las personas no se están haciendo cargo y es la tarea que ofrecemos”,
señala Giovaninno Baselli Fernández, representante de Bacuplast, empresa creadora de
estos productos.
Recientemente la empresa fue la responsable de reciclar más de 30 toneladas de plástico,
generado por la salida de circulación de cientos de bandejas de la Junaeb, tarea que realizó
junto a Merkén Spa, presente en Chile por ser proveedora de la Junta Nacional de
Escolaridad y Becas.
Bacuplast trabaja con el proceso de inyección de plástico, un método muy utilizado en la
fabricación de piezas de gran consumo, que permite el moldeado de piezas y a través de un
molde se inyecta a presión un polímero que se suministra en gránulos.
Este sistema ofrece múltiples ventajas, como un reducido costo, rapidez en el proceso, y
obtención de un producto acabado que no requiere de más procesos. Es por ello que supone
un método de producción de gran uso a nivel mundial.
Se puede realizar tanto con material nuevo, como con material reciclado, una de las
opciones de esta fábrica (tiene las dos alternativas), logrando darle una nueva vida a los
desechos, la cual se puede extender por muchos años, e incluso décadas.
¿Qué se puede hacer? Giovaninno Baselli Fernández, representante
de Bacuplast ( www.bacuplast.cl ), señala que con este método es posible hacer todo lo que
el cliente tenga en su cabeza y lo quiera materializar, pasando por productos de menajes,
hasta novedosos artículos anti-covid, que ayudan a evitar el contacto con algunas
superficies.
“Cualquier producto que el cliente requiera lo puede desarrollar con plástico, ya sea nuevo
o reciclado, y la duración puede ser incluso para toda la vida. Para muchos es algo difícil de
creer, pero con los desechos se pueden realizar artículos con la misma calidad que el
plástico nuevo y las opciones son infinitas. Hoy el cliente viene con una idea y
comenzamos el trabajo”, agrega el profesional.
Bacuplast hoy ha desarrollado un sinfín de artículos, tanto con plástico nuevo como
reciclado, algunos de estos muy insólitos y de los cuales se desconoce su materia prima, su
calidad y su duración en el tiempo, factor que lo convierte en una pieza no contaminante.
Algunos de estos artículos son el D2One, pulsador que se convierte en la extensión de tus
manos y evita el contacto con superficies de alto tráfico. Es de fabricación propia y fue
creado en pandemia y todo tipo de menaje, como vasos, platos, cubiertos, fuentes,
coladores, entre otros utensilios, todos con una duración indefinida.
Giovaninno Baselli asegura que todos estos productos se pueden hacer personalizados, con
los colores y logo de la empresa, algo que le piden muy a menudo.