Hay puntos comunes. La mayoría admite la urgencia de llegar a acuerdo, que se puede buscar una alternativa transitoria de financiamiento del 6% de la cotización a cargo del empleador dada la situación económica, y que se debe cambiar el funcionamiento de las AFP. Casi ninguno apoya la reforma de nacionalización de los fondos y lejos la más distante es la senadora UDI que insiste en que el 6% debiese ir a los fondos individuales.
No está disponible para seguir negociando entregar más puntos de la cotización adicional a un fondo colectivo, afirma la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe: «Nosotros habíamos llegado a un acuerdo donde habíamos cedido. Partamos de la base que nos gusta la capitalización individual y por lo tanto si vamos a volver atrás, entonces volvamos para atrás todo el acuerdo» , recalca.
Explica que la postura de su partido es que el 6% debe destinarse a cuentas individuales, por lo tanto, está en abierta contradicción con la nueva propuesta opositora. «El gobierno se había abierto al 3% y 3% porque había un acuerdo, pero hoy la oposición está diciendo que ese acuerdo debe partir de cero, y que el 6% debe ir al Fondo Solidario. Creemos que es importante que haya solidaridad y mejores pensiones, pero con costos generales, no con los fondos de los trabajadores» enfatiza. Incluso se abre a la posibilidad de que hubiese nuevos tributos para financiar la solidaridad, «pueden ser de distinto tipo, incluso al consumo». Y agrega que la cotización adicional que debe enterar el empleador debe mantenerse a razón de medio punto por año para que entre en régimen en 12 años, con tal de no afectar el empleo.
La senadora concuerda con los otros integrantes de la comisión de que es urgente despachar la reforma de pensiones, y para ello están disponibles a abordar ciertas temáticas. «Nos gustaría que ojalá antes del plebiscito pudiese estar despachado este proyecto. Pero el foco debe ser aumentar las pensiones más que tratar de destruir un sistema. En ese aspecto, por ejemplo, no nos molesta que para poder avanzar haya que separar la industria, eso no nos genera conflicto».
A lo que definitivamente cierra la puerta es al proyecto que nacionaliza los fondos de pensiones: «Estamos absolutamente en desacuerdo. Esa propuesta de la izquierda ha dado súper malos resultados en todas partes. Los fondos son de los trabajadores y tratar de hacer una expropiación no corresponde. Yo creo en la propiedad privada y creo que esa plata es de los trabajadores y no veo ninguna razón para que el Estado se las tenga que quitar».
También desestima subir en esta oportunidad la edad de jubilación de las mujeres.