Columnas de Opinión

CONTRIBUCIÓN DE LA TECNOLOGÍA DIGITAL A LA LECTURA Y ESCRITURA

Por: Gabriel Díaz Cerda, Periodista y Docente Santo Tomás Los Ángeles.

En el último tiempo mucho se ha debatido acerca del rol que juegan las tecnologías digitales en la
educación, mostrándose diferentes perspectivas en torno al uso de dispositivos en las salas de
clase. Mientras hay quienes sostienen que elementos como celulares son peligrosos distractores,
hay también quienes buscan la integración pedagógica con todos los avatares y dificultades que
ello implica.

En el particular ámbito de la enseñanza de la lectura y escritura académica, he preferido
inclinarme por esta última postura. Se ha demostrado en distintas esferas, que negar o prohibir
son prácticas que en muchas ocasiones terminan por promover aún más lo que se está buscando
suprimir. Algo así como “apagar fuego con bencina”.

En este sentido, la experiencia de diseñar recursos digitales para el aprendizaje activo ha sido
reveladora en mi búsqueda por generar un enfoque hacia la enseñanza de la escritura y la
investigación académica.

En este devenir se me ha presentado el desafío de introducir armoniosamente diferentes recursos
y actividades digitales en cada etapa del proceso de escritura. Durante este quehacer se ha
transformado también mi percepción sobre el rol de las Tecnologías de la Información y
Comunicación (TIC) en el aula.

A mi entender, las TIC se han convertido en un combustible esencial para potenciar la enseñanza
de la escritura, trascendiendo más allá del simple uso de procesadores de texto y recursos en
línea.

Es así como integrando herramientas como contenidos interactivos (H5P), cuestionarios en
Moodle y contenidos audiovisuales, se proporciona un respaldo sólido en las etapas de
planificación, escritura, revisión y edición.

Con este enfoque, se destaca que la noción de escribir un texto académico no es solo producir un
resultado final, sino que implica participar en un ciclo de trabajo continuo, especialmente
colaborativo en entornos académicos cada vez más multidisciplinarios.

Los recursos educativos digitales, en el contexto pedagógico, se vuelven esenciales para fortalecer
la dimensión conceptual de los procesos de lectura. La materialidad de las TIC, el potencial
creativo y conceptual que se ofrece a los estudiantes, permiten reforzar la creación de matrices,
proporcionando una estructura estable en beneficio de los procesos de escritura.

Junto con el uso de las TIC, enmarcado en metodologías Activo-Participativas y Aprendizajes
Colaborativos, destaca la importancia de la retroalimentación constante, tanto entre pares como
desde la perspectiva del docente.

Por esta razón, surge la necesidad de guiar, supervisar y retroalimentar la construcción de
argumentos discursivos coherentes por parte de los estudiantes. Se ha demostrado ampliamente
que la presentación de un mensaje de manera atractiva, considerando la audiencia académica y
sus expectativas, es esencial para la comprensión y valoración del contexto y propósito de la
escritura.

De este modo, los recursos educativos digitales no solo ayudan a potenciar las habilidades técnicas
de escritura, sino que también pueden contribuir a la capacidad crítica de los estudiantes al
enfrentarse a la producción de textos en diversos géneros. Adoptar la enseñanza de la escritura
como un proceso respaldado por TIC ofrece a los estudiantes una alternativa valiosa para
desarrollar la capacidad reflexiva a partir de competencias de lectoescritura.

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