La eliminación de los programas de Género en el Gobierno Regional y en la Municipalidad de Concepción genera alerta por un posible retroceso en derechos
En un contundente llamado de atención, la Vicepresidencia de la Mujer del Partido Socialista en la Región del Biobío manifestó su preocupación y rechazo ante la decisión del Gobierno Regional (GORE) de eliminar el Programa de Género, así como del cierre del Programa de Género y Diversidades Sexuales de la Municipalidad de Concepción.
Esta medida, según denunciaron, afecta directamente a los sectores más vulnerables de la sociedad: niños, niñas, jóvenes, personas mayores y diversidades sexuales, quienes enfrentan múltiples formas de violencia, abuso y discriminación.
Retroceso en Derechos y Avances Sociales
Las representantes socialistas destacaron que estos programas han sido fundamentales en la promoción de políticas públicas y en la garantía de derechos para mujeres, diversidades sexogenéricas y otros grupos históricamente marginados.
“Estos avances no pueden ser un botín de guerra de sectores conservadores. Los derechos de las mujeres y de las diversidades no deben depender de procesos electorales, sino ser parte de un compromiso estatal constante”, señalaron desde la Vicepresidencia.
Impacto Regional y Nacional
El cierre de estos programas no solo amenaza con generar un retroceso en derechos fundamentales, sino también con aumentar las cifras de violencia y discriminación en la región. Actualmente, el país enfrenta altos índices de femicidios, suicidios y crímenes de odio, situaciones que estos programas buscaban mitigar a través de la educación y el trabajo colectivo.
Desde la Vicepresidencia de la Mujer recalcaron:
“Es deber del Estado velar por quienes no cuentan con herramientas de protección. Estos cierres podrían desamparar a miles de personas en el Biobío y en Chile”.
Las mujeres socialistas hicieron un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para reconsiderar estas decisiones. Insisten en que la eliminación de estos programas representa una centralización del poder y un retroceso en el trabajo regional por la igualdad y la tolerancia.
“El fortalecimiento de la democracia y la erradicación de la violencia parten desde los espacios locales. No podemos permitir que estos derechos sean ignorados o eliminados”, concluyeron.
La eliminación de los programas de Género en el Biobío abre un debate crucial sobre el futuro de las políticas públicas orientadas a la protección de los derechos humanos, recordándonos que el progreso social debe ser una prioridad constante para cualquier gobierno democrático.
