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Resiliencia territorial: restauran bosques de Biobío dañados por la tormenta de fuego en 2017

Iniciativa se concretó gracias al instrumento impulsado y apoyado por la Fundación de Innovación Agraria (FIA) para desarrollar pilotos de restauración post incendios y que fue ejecutado en la región del Biobío por el Instituto Forestal (INFOR). 

Con éxito finalizó el instrumento impulsado y apoyado por la Fundación de Innovación Agraria (FIA) “Plan piloto de innovación territorial en la Región del Biobío; con miras a la reconstrucción Productiva y Restauración Ecológica post incendios”, que se ejecutó – por el Instituto Forestal (INFOR) entre agosto de 2017 y julio de 2020.   

El proyecto se gestó debido a los grandes daños causados por los incendios forestales en el verano de 2017, conocidos como la “tormenta de fuego”, que solo en la región del Biobío incendiaron 87.476 hectáreas, lo que significó altos costos económicos, sociales y ambientales, principalmente para las comunidades de las zonas más afectadas. 

La comuna de Florida, fue una de ellas, con cerca de 32 mil hectáreas quemadas (52% de su superficie total) que dejaron daños económicos, de productividad, infraestructura, ambientales y deterioro en la calidad de vida de sus habitantes, motivo por el cual se escogió la localidad de San Antonio de Cudá, para llevar a cabo el proyecto piloto. 

Hasta esta zona llegaron las autoridades de las instituciones involucradas, para participar de la ceremonia de cierre del proyecto y analizar el proceso que se llevó a cabo. 

En ese sentido el Seremi de Agricultura, Francisco Lagos, señaló que “producto de los incendios forestales del año 2017 es que se llevó a cabo este plan piloto, destacó además el desempeño de INFOR, institución que lideró el proyecto. 

“Acá hubo un trabajo mancomunado entre diversos servicios del Ministerio de Agricultura, que se basó en un programa diseñado por FIA, ejecutado por INFOR, más el apoyo de INIA, INDAP Y CONAF, como también del municipio de Florida, CET de Yumbel, pero siempre avanzando de forma participativa con los vecinos, que fueron favorecidos con este plan piloto”, destacó Lagos. 

Desarrollo proyecto

Respecto al proyecto, el representante de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) de Ñuble y Biobío, Gonzalo Rueda, afirmó que en “la institución estamos contentos de haber podido aportar con el diseño de este instrumento de restauración participativa con enfoque de ordenamiento territorial para reconstruir el patrimonio natural y productivo que fue afectado por los incendios del año 2017, con gran impacto en la comuna de Florida. Esperamos que estos pilotos se puedan replicar para así recuperar y consolidar la capacidad productiva del territorio y las comunidades afectadas”.  

Por su parte, el gerente de la sede Biobío de INFOR, Álvaro Sotomayor, precisó, además, que el proyecto se llevó a cabo con la participación muy activa de la comunidad. “Cuando enfrentamos este problema, conversamos con los productores de San Antonio de Cuda, con la junta de vecinos y los invitamos a trabajar con nosotros”, dijo Sotomayor. 

Además, agregó que “durante el primer año se realizaron talleres participativos y se definió hacer en 13 predios diferentes 16 innovaciones tanto forestales como agrícolas. Un ejemplo de ello es el que visitamos hoy, un sistema silvopastoral con pino radiata que al final va entregar productos como madera, alimento para animales, como ovejas y vacunos, y protección a los suelos, que estaban muy erosionados. Otras innovaciones desarrolladas en terrenos de los agricultores fueron la instalación huertos melíferos para el sector apícola, plantación de pino piñonero, técnicas de acumulación de aguas con pozo acumulador, restauración con especies nativas con fines frutales y medicinales, control de cárcavas, entre otras”. 

Por su parte, el presidente de la junta de vecinos de San Antonio de Cudá, Fabián Peralta, agradeció el trabajo que realizaron las distintas instituciones para llevar a cabo el proyecto. 

“Para todos los vecinos fue algo importante después de los incendios forestales que tuvimos el 2017. Empezamos a reconstruir de nuevo, se plantaron diferentes unidades de estudio. Estamos contentos de que se hayan quedado acá en esta unidad porque también va a servir para estudios a futuro. Estamos muy agradecidos de INFOR y de todos los que estuvieron presentes en este trabajo que duró cuatro años”. 

También se detalló que, de las 13 personas beneficiadas, su unidad piloto, fue diseñada teniendo presente las características del sitio en que se ubicarían, tipo y estado de suelo, erosión, disponibilidad de agua, uso anterior, entre otros aspectos. 

En el caso de propietarios interesados en opciones agrícolas, hortícolas, frutales, las propuestas fueron diseñadas por INIA, entre las que destacan: pradera mejorada en sistema silvopastoral de pino radiata y mejoramiento de pradera, y plantación polifrutal, asociada a cultivos agrícolas. 

Finalmente, al término de la ceremonia, realizada al aire libre, Susana Benedetti, Jefa de Proyecto y encargada de Transferencia Tecnológica de INFOR, hizo una entrega formal a cada beneficiario de un Plan de Manejo de su piloto demostrativo, que incluyó los antecedentes del diagnóstico predial, el diseño de su unidad piloto, las faenas y costos de establecimiento. Así también los manejos realizados a la fecha y las recomendaciones de manejo futuro, con el propósito de generar el sentimiento de apropiación y orientar a los propietarios en el manejo y aprovechamiento futuro de su ya unidad productiva o de restauración. 

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