Gobernador Díaz conversó con presidenciales y Presidente Piñera para converger en solucionar conflictos en la Provincia de Arauco
Junto con reiterar la lamentable muerte de una persona en Cañete y de enfatizar la importancia de conocer la verdad, el Gobernador Regional del Biobío, Rodrigo Díaz, informó que en este contexto conversó con el Presidente Sebastián Piñera; y también se comunicó hasta ahora con los candidatos presidenciales Yasna Provoste, Marco Enríquez – Ominami, Sebastián Sichel y con el jefe político de la campaña de Gabriel Boric, Giorgio Jackson.
Díaz detalló que, así como ayer conversó “con los alcaldes del cono sur de la Provincia de Arauco: Lebu, Tirúa, Cañete, Contulmo; también con consejeros regionales, con parlamentarios, con el director del Instituto de Derechos Humanos, Sergio Micco, con el padre de la persona fallecida; también hablé con el Presidente Piñera, a quien le he manifestado que mi interés hoy es el bien común de la Región del Biobío y que para solucionar el problema complejo como es el que tenemos en la zona sur de Arauco, que tiene ribetes delictuales, otros sociales, culturales, políticos, económicos, es necesario hacer algo más que solo decretar Estado de Excepción Constitucional”.
A lo anterior, agregó: “Por eso, le he vuelto a ofrecer al Presidente que estoy disponible para dialogar y él me ha señalado que acoge esta preocupación y que se va a comunicar conmigo, para poder invitarme a buscar otras consideraciones que puedan existir. Yo le he dicho que si él me convoca, yo voy a estar disponible, por cierto, porque mi responsabilidad es construir condiciones de bien común que apunten a la problemática en general y no solo a la situación particular tan lamentable como las que estamos viviendo en este minuto”.
Y sostuvo: “Aunque el problema es complejo, el desafío para quienes somos demócratas es hacer política y la política se hace conversando, no solo con las comunidades, porque hay muchos más actores que tienen que ver con nuestro territorio; hay que conversar también con sindicatos, con mineros, con contratistas, con forestales, con operadores turísticos, con iglesias evangélicas, con las comunidades agrícolas que existen. Entonces, el diálogo es algo que va más allá de esto”.