Conductores de Vía Futuro hicieron caravana por homicidio de colega
Taxibuses llegaron desde Chiguayante hasta el centro de Concepción y clamaron por mayor protección y seguridad para los choferes, especialmente en el terminal.
Pasadas las 10:00 de la mañana comenzaron a ubicarse en avenida O’Higgins de Concepción los taxibuses que llegaron desde Chiguayante, para protestar por la muerte de un conductor de la línea Vía Futuro durante un asalto al terminal, la tarde de ayer.
Las máquinas se ubicaron en las dos vías exclusivas para buses que hay en avenida O’Higgins, entre Colo Colo y Aníbal Pinto, y también rodeando la Plaza Independencia de esa comuna.
Con globos negros en los parabrisas y los vidrios pintados con mensajes de despedida para el colega muerto a manos de delincuentes, los conductores hicieron sonar sus bocinas al llegar al centro de Concepción.
“Nos encontramos consternados, en una situación donde hemos perdido a un colega conductor de nuestra empresa por estos delincuentes que están haciendo y deshaciendo en nuestra sociedad”, manifestó Ricardo Cornejo, secretario de la línea Vía Futuro y también director de la empresa.
Aseguró Cornejo que “los senadores, los diputados hacen las leyes de nuestro país y los delincuentes, todos los que hacen fechorías, y le coartan la vida a un ser humano que trabaja y da un servicio a nuestro país, se pierde y después los delincuentes andan libres”.
Aseguró que el recorrido de los buses, que partieron pasadas las 9:00 de la mañana desde Chiguayante, fue “para demostrar nuestro malestar, nuestra impotencia y a la vez darle a conocer a la sociedad de nuestro país que estamos sumamente mal, dando un servicio con el riesgo de perder la vida”.
Otro trabajador de la línea, testigo del hecho durante la jornada de ayer, afirmó que “el terminal es tierra de nadie (…) es una zona roja, los asaltantes están al frente, es como ir al mall, pasan al frente, asaltan y pasan a los departamentos”.
Además, afirmó que los guardias no tienen capacidad para enfrentar a los delincuentes y que, particularmente los fines de semana, la situación es crítica, “se trabaja con varios millones de pesos y es tierra de nadie”.