Senador Harboe pide perdón al pueblo Mapuche
Durante su intervención en la sala del Senado, el parlamentario PPD exigió al mandatario poner discusión inmediata al proyecto de ley de Reconocimiento Constitucional de los Pueblos Originarios
“Quiero, humildemente, pedir perdón por los errores que cometí en el ejercicio de mis funciones”, dijo el senador Felipe Harboe al iniciar su intervención en la sesión especial de la sala del Senado para conocer en detalles los hechos de violencia ocurridos en las regiones de Biobío y La Araucanía. Al respecto, indicó que “lo primero que corresponde, y en mi caso particular, habiendo sido parte de gobiernos, quiero humildemente pedir perdón, por los errores que cometí en el ejercicio de mis funciones y por la incapacidad, como agente político y como servidor público, de no haber logrado y no haber aportado definitivamente a una inclusión real de los pueblos originarios, pido perdón y lo pido de verdad”.
Añadió, asimismo, que “más allá de los enormes esfuerzos y algunos avances que se han hecho en materia de entrega de tierras y otros, Chile sigue siendo un país racista y clasista. Y eso debería provocarnos, debería agredirnos como funcionarios públicos, como servidores. No podemos seguir haciendo más de lo mismo si el resultado va a seguir siendo igual”. “Debemos entender”, continuó, “que Chile no puede seguir enfrentándose de esta manera, entre chilenas y chilenos”.
En lo político, agregó, “necesitamos un nuevo diálogo, un diálogo que tome como base la experiencia pasada: los buenos elementos y aquellos que no sirvieron para no repetirlos; un diálogo donde la inclusión no sea una expectativa, sino un derecho; donde la inclusión política se materialice no en discursos, sino en reformas”. Sobre esto último, explicó “como en la política hemos sido capaces de hacer reformas para los políticos en 24 o 48 horas, yo desafío a su excelencia, el Presidente de la República, a que le ponga discusión inmediata al Reconocimiento Constitucional de los Pueblos Originarios, a la inclusión de escaños reservados para el Parlamento y para la Convención Constitucional para los Pueblos Originarios”. De esa forma, añadió Harboe, “vamos a tener instalado en los estamentos decisionales de nuestro país a nuestros pueblos originarios: inclusión social, un reconocimiento de la lengua y sus costumbres, de las formas de vida. Ser comunidad de Pueblos Originarios no puede ser sinónimo de pobreza y de falta de dignidad y de equipamiento”.
Sobre el mismo tema, el legislador subrayó que “debemos rearticular la inversión pública para darles dignidad, pero en su propia cultura; debemos habilitar condiciones dignas para vivir de nuestros pueblos originarios, esto implicará, probablemente, ceder poder, ceder poder del Estado, de los políticos y, también, del mundo productivo”. En ese sentido, Harboe preguntó “¿por qué no pensar, hoy día, por ejemplo, en incluir en directorios de empresas productivas de la zona a representantes de las comunidades, para que sean parte de los procesos y puedan incluir su cosmovisión dentro del proceso productivo?”. ¿Por qué no pensar, continuó, “en dejar un porcentaje de las utilidades a las comunidades que se sienten afectadas? Por qué no pensar, por ejemplo, en utilizar de una vez por todas los instrumentos tributarios para dejar en los territorios parte de los impuestos de las empresas que realizan su actividad productiva para que esa actividad productiva de verdad signifique un mejor vivir para las comunidades?”.
“Hoy es tiempo de humildad, de creatividad y de audacia, pero también de responsabilidad. Sin paz social no hay crecimiento posible y sin crecimiento no tendríamos nada que repartir para mejorar las condiciones de vida de nuestra gente”, puntualizó.
Sin embargo, advirtió, “este proceso de inclusión no debe confundirse con la violencia y delitos. La violencia no puede aceptarse, por muy legítima que sea la causa que se defienda. Muchas veces la violencia contagia de ilegitimidad la causa que defienden. No a la violencia, de ninguna parte y por ninguna causa; eso debe ser un principio en todos los legisladores y en todos los líderes políticos y sociales”.
En la oportunidad, Felipe Harboe se refirió a la denominada ‘Operación Huracán’, señalando que ésta “develó un hecho gravísimo, la alteración deliberada de elementos de prueba para condenar personas respecto a las cuales no había pruebas reales. Eso fue gravísimo, afectó la fe pública y eso demanda una profunda reforma policial ahora, para poder volver a confiar en la institución, a la cual el Estado le ha encargado restablecer el imperio del derecho. No me parece justo hoy día acusar a los mapuche de la violencia de delitos. Se trata de personas, independientes de su etnia o credo religioso, de quien se pone en la situación de cometer delitos, debe ser juzgado, no hay causa que la justifique”.
“Muchos dirigentes mapuche han sido afectados en su integridad física, muchos operadores del sistema de justicia han sido amedrentados, amenazados o han enfrentado atentados o a sus familias”, recordó.
También hizo un llamado a aumentar los recursos o bien, reformar el sistema procesal para “encargarle a jueces o persecutores de Santiago o de otros lados, el tratamiento de las causas de violencia para evitar amenazas o amedrentamientos a ellos o a sus familias”, afirmando que “lo importante es que el sistema procesal y el sistema policial tenga la capacidad de identificar adecuada y prontamente, oportunamente, los riesgos y evitar los hechos de violencia”, advirtiendo que “hoy por hoy cometer un delito en el sur, es sinónimo de impunidad y eso motiva a otros a hacerlo”.
Al referirse a su región, tanto en la provincia de Arauco como la de Biobío, el representante mencionó la quema de tres escuelas, “en la provincia de Arauco, hemos tenido que enfrentar la quema de escuelas, que atienden a niños y niñas, muchos de ellos que pertenecen a comunidades de Pueblos Originarios y que nada tiene que ver a la violencia, como la gran mayoría de las comunidades. En Tirúa, Cañete, o Mulchén, la quema de camiones, no de grandes empresarios, de un señor o señora que con su jubilación se compró un camión y que dependía de eso para la sobrevivencia de su familia y también son afectados. No es aceptable que hoy día existan alto niveles de impunidad”, aludió.
Harboe estableció que “se requiere, en paralelo del proceso de inclusión social y política, pero también una mano firme, inteligente respecto de los delitos, por muy legítima que sea una causa, no es aceptable la violencia como una forma de reivindicar. Por eso que clamo también, para que desde el Gobierno se implemente un sistema de seguridad, que con inteligencia permite identificar a los autores, no disparar a la bandada, identificar a los autores intelectuales, acompañar los medios de prueba y lograr las condenas, porque sólo así se va a restablecer el imperio de la paz social”.
Finalmente, hizo un llamado al reencuentro: “Chile necesita reencontrarse, pero ese reencuentro será sobre la base de la paz. Sin paz social no hay capacidad ni productiva ni de diálogo. Es muy importante asegurarlo y, para eso, el Gobierno, desde el punto de vista político, social, institucional, pero también desde el punto de vista policial y de inteligencia, debe generar las condiciones. Es hora de avanzar decididamente en esto, sin prejuicios. Sentarse y conversar sobre la base de experiencias: enfrentar desde un nuevo diálogo una nueva forma de enfrentar esta situación que hoy en día nos tiene afectados como país, entre chilenas y chilenos», concluyó.