Columnas de Opinión

Impuestos ¿Para qué?

Recientemente un grupo de diputados y diputadas dio una conferencia de prensa
en el congreso para informar de la presentación de un proyecto reformas
constitucional para suspender el pago de impuestos: el IVA en la canasta básica;
el impuesto específico en los combustibles y las contribuciones de la “clase
media”.

Por Felipe Garrido, Jefe de Carrera de Trabajo Social UST Los Ángeles

El objetivo de esta suspensión de cobro y pago es para palear el aumento del costo de la
vida de las y los ciudadanos, las consecuencias de la inflación en los presupuestos
familiares, el plazo de suspensión sería desde la entrada en vigencia de la ley hasta el 31
de diciembre de 2023.
Más allá de los propósitos que se busca con esta reforma constitucional, que son
perfectamente entendibles y que requieren de medidas concretas desde el Gobierno y las
instituciones del Estado, hay que mirar con mayor detalle el fin que tienen los impuestos y
la razón de existencia de estos y de qué manera se relacionan con la ciudadanía y el
Estado.

Los impuestos, en simple, son una fuente de financiamiento del Estado, que es constante
y fiable. Estos impuestos son una de las formas en que la ciudadanía se relaciona con el
Estado y lo hace partícipe y responsable de las políticas que se implementan con ese
monto que entregamos diaria, mensual o anualmente al Estado.
Los impuestos, además son recíprocos, entregamos parte de nuestro dinero y nos los
devuelven en forma de bienes y servicios públicos, podemos ser usuarios frecuentes o
esporádicos de estos servicios, podemos ser beneficiarios o no de los bienes o servicios
entregados por el Estado, pero sabemos que están ahí y que personas los reciben y
mejorar su calidad de vida y bienestar con esas políticas.
Los impuestos pasan a ser una de las formas tangibles en el que el contrato social
contemporáneo se hace efectivo, es una manera en que se traduce esta relación
bidireccional entre ciudadanos y Gobierno, esto implica deberes y derechos, que
mediante los impuestos podemos evidenciar que es bidireccional: deberes y derechos.
Las implicancias de aprobar esta reforma constitucional es que el Estado deje de recibir
recursos económicos, menor recaudación significa menor cobertura de políticas sociales:
bienes y servicios públicos; mayor focalización de la inversión y gasto público;
estancamiento en ampliación de cobertura de políticas que apuntan a la universalidad;
reducción de los servicios que utilizan la población más vulnerable del país.

Desde el punto de vista social la dicotomía económica presentada se puede resolver
mediante la mantención de los instrumentos de recaudación que actualmente se tiene en
Chile, los impuestos se deben mantener en sus montos para la toda la población sin
distinción, ya que esto apunta a mantener y eventualmente no disminuir la cantidad y
calidad de los bienes y servicios públicos que actualmente usa la ciudadanía con mayor
porcentaje de vulnerabilidad.
Los impuestos no son un mecanismo de financiamiento que sea de aceptación sin
cuestionamientos, generan resquemores entre las personas debido a que ese porcentaje
que va a las arcas fiscales de manera directa o indirecta podría reducirse inmediatamente
del precio a pagar como buscan los diputados y diputadas que están detrás de esta
reforma constitucional.
Probablemente, el desconocimiento que se genera sobre el uso de los impuestos secunda
esa postura de suspicacia ante el pago de impuestos, hace un tiempo atrás a los correos
personales de los contribuyentes llegaba un documento con el detalle, proporcional, del
uso y destino de los impuestos pagados en el año tributario anterior, pero desconozco el
impacto de esa política de entrega de información que apunte a subsanar el punto de
incertidumbre que genera el uso de los impuestos pagados o la cobertura que tuvo (tiene)
el documento entregado.
La respuesta a lo plateado pudiese ser establecer como parte del nuevo pacto social las
implicancias del pago de impuestos para el desarrollo del país, lo que se genera con estos
y el impacto que tienen en la calidad de vida de los habitantes de Chile, los programas,
políticas y proyectos que se financian con ese porcentaje que todas y todos pagamos
diariamente, mensualmente y anualmente, concientizar sobre la responsabilidad que
tenemos al pagar impuestos y los beneficios que se interrumpirían si no se mantiene la
principal fuente de financiamiento del Estado.
Para que podamos progresar todas y todos debemos aportar.

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