La importancia del trabajo intersectorial en el
abordaje de la violencia contra la mujer
Cada año, el 25 de noviembre, se conmemora el día internacional de la eliminación de la
violencia hacia la mujer, día que nos convoca a reflexionar respecto a nuestra realidad
país y a los avances logrados en esta temática tan sensible como trágica y que
diariamente viven miles de mujeres y niñas en Chile.
Por Patricia Gómez Becerra, directora área Ciencias Sociales Instituto Profesional Santo Tomás Los
Ángeles.
La pandemia contribuyó a aumentar las cifras de denuncias de las mujeres por violencia las cuales
han ido en considerable aumento. En la actualidad las denuncias han aumentado un 120% en
comparación al año pasado.
Según fuentes del SERNAMEG, a la fecha, van registrados 34 femicidios consumados y 141
femicidios frustrados, lo cual da cuenta de un escenario complejo y a la vez, un llamado de
atención para quienes formamos parte de esta sociedad.
El femicidio representa el punto más álgido de violencia hacia una mujer, la cual previamente
estuvo cimentada en otros tipos de violencia, Física, psicológica y sexual, hasta las más
imperceptible, pero la más difícil de abordar, la violencia simbólica. La pregunta nuevamente es,
¿cómo hacemos frente a este flagelo?
A nivel de políticas públicas, son varios los organismos e instituciones del Estado que trabajan para
disminuir las cifras de ataques, violencias y situaciones de discriminación que sufren las mujeres
en nuestro país, por ejemplo, SERNAMEG, trabaja constantemente en la prevención e intervención
de los casos de violencia, a través de sus programas y su oferta programática, pero dada las cifras
ya presentadas, es necesario reforzar estas acciones a través de una mirada intersectorial.
Se hace necesario involucrar a más actores sociales a través de un trabajo mancomunado y
coordinado que convoque a distintos tipos de instituciones y organismos tanto públicos como
privados, establecimientos educacionales, instituciones de educación superior, instituciones de
salud entre otras a sumarse a este desafío que cada vez parece más complejo de abordar.
El trabajo intersectorial se constituye como una herramienta de fortalecimiento en el abordaje del
complejo sistema que constituye la violencia hacia las mujeres, desde la prevención, promoción y
educación en todos los ámbitos, que permita lograr los cambios culturales necesarios para
disminuir y algún día erradicar los actos violentos de todo tipo hacia las mujeres, niñas y
adolescentes.