Frontel apoya a Pyme de la región del Biobío y adquiere 7.200 mascarillas para sus trabajadores
Éstas fueron confeccionadas con una tela anti fluido clínico por fuera, material que no permite que entre líquido hacia el interior de la mascarilla; por dentro, utilizaron tela de algodón porque permite absorber la humedad.
Como una forma de apoyar la economía local y resguardar la salud de sus funcionarios, Frontel adquirió 7.200 mascarillas a una Pequeña y Mediana Empresa (Pyme) de la Región del Biobío, en el marco de la
crisis sanitaria originada por el Covid-19.
Ello logró concretarse gracias a una alianza entre el Grupo Saesa, al cual pertenece Frontel, y el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec). Así, “logramos un doble objetivo ya que las mascarillas son elementos
primordiales para cuidar a nuestra gente, a nuestros equipos de terreno y de las oficinas comerciales, quienes no han cesado en sus funciones durante este último tiempo y han sido de gran utilidad para todos.
Además, logramos brindar apoyo y fomentar la fuente laboral de una Pyme que nos apoyó para entregarnos este producto de vital importancia en la actualidad”, relató el gerente zonal de Frontel Biobío – Ñuble, Fernando Caire.
De igual forma, explicó que esta alianza logró materializarse tras un acercamiento por parte de Frontel hacia Sercotec, al solicitar alternativas de emprendedores que fueran parte de la cartera de socios de
Sercotec y que se dedicaran a la fabricación de mascarillas, debido a que –en un momento- el mercado de este tipo de insumos se vio colapsado a nivel nacional e internacional.
De esta forma, Sercotec proveyó a la empresa de varios contactos de proveedores que trabajan con él y que se dedicaban, justamente, a la confección de mascarillas. La decisión final adoptada por Frontel se
basó en sus requerimientos, de acuerdo a los lineamientos entregados por el Ministerio de Salud,
logrando generar una alianza y apoyo mutuo.
“Para nosotros es muy gratificante por el rol social que esto tiene ya que, en estos tiempos, las fuentes laborales se han visto afectadas. Por lo mismo, valoramos el poder darle una mano a un emprendedor y
que, a la vez, este emprendedor pueda darle una mano a nuestro equipo de trabajo y, así, poder mantener la cadena productiva del país, considerando que las Pymes son un pilar fundamental en la empleabilidad
local”, explicó Caire.
El director regional (s) de Sercotec de la región del Biobío, Pedro Alarcón, relató que esta instancia permitió que un grupo de beneficiarios del Centro de Negocios de Sercotec pudieran vincularse económicamente con Frontel, permitiéndoles potenciar el desarrollo económico local.
Esta alianza surgió en Osorno, donde el Grupo Saesa tiene su casa matriz, generándose un vínculo que se extendió a varias regiones. “Como Biobío, nos sentimos muy gratos de poder participar en esta vinculación
porque tenemos empresarios de distintos rubros, que pertenecen a distintos sectores económicos, que están prestando servicios y que en estos momentos de pandemia, este tipo de oportunidades les viene
como anillo al dedo”, relató el director regional (s) de Sercotec de la región del Biobío.
De igual forma, valoró la propuesta realizada por Frontel al considerar a emprendedores locales, entregando una mirada al desarrollo económico de la zona y potenciando instancias regionales que permitieron dar una mano a empresas que también utilizan los servicios de Frontel.
Junto a una socia, Paola Albanes comenzó con su empresa de confecciones hace tres años; sin embargo, a consecuencia de la pandemia, la persona con la que inició la Pyme decidió quedarse en casa.
Ello la llevó a iniciar actividades para trabajar de manera independiente y continuar con Cotton Confecciones, sin saber que sería beneficiada por esta alianza entre Frontel y Sercotec. Para Albanes, fue una instancia muy importante ya que venían un poco resentidos por la crisis social desatada en el país en octubre del año pasado, permitiéndole mantener a la gente que labora con ella, crear nuevos puestos de trabajo y contar con dinero para poder continuar en medio de esta pandemia.
Inició su negocio con la confección de ropa de colegio y corporativa y comenzaba a fabricar ropa de trabajo cuando llegó el coronavirus a Chile y debió reinventarse, viendo en las mascarillas una posibilidad de
diversificar su oferta de productos.
“Ya venía trabajando con empresas en cuanto a lo que son las mascarillas pero no había tomado pedidos tan grandes. El pedido de Frontel permitió financiarme, darle trabajo a gente que estaba parada. Hay
quienes están contratadas directamente por mí y personas externas cuyos maridos estaban sin trabajo o ellas mismas estaban sin hacer nada. Esta alianza realmente fue un apalancamiento para mucha gente
que necesitaba trabajar en ese momento”, contó Paola.
Así fue como adquirieron la mejor tela que encontraron en el momento para poder confeccionar las mascarillas. Por fuera, utilizaron una tela anti fluido clínico, que no permite que entre líquido hacia el interior de la mascarilla y, por dentro, ocuparon tela de algodón porque permite absorber la humedad.
Finalmente, valoró que Frontel haya considerado a Pymes locales para adquirir las mascarillas; “lo encontré generoso por parte de la empresa. Por otro lado, permite que el dinero se quede acá, que haya
fluidez de movimiento porque, lamentablemente, vamos a entrar en un momento de recesión grande a nivel mundial y nosotros, de alguna forma, ya la estamos viendo”.